Haikus clásicos
Kabayashi Issa
La mariposa revolotea
como si desesperara
en este mundo
Watanabe Hakusen
Anoche cubrí
mis hijos dormidos
y el ruido del mar.
Yamagushi Sodo
Esta primavera en mi cabaña
Absolutamente nada
Absolutamente todo
Natsume Soseki
Sobre la montaña florida
Sueltan los caballos
En el cielo otoñal
Konishi Raizan
Mil pequeños peces blancos
Como si hirviera
El color del agua
Yosa Buson
Bajo la lluvia de verano
El sendero
Desapareció
Ogiwara Seisensui
Cuando canta la cigarra,
cuando canta,
canta en coro
y el sol muere.
Taneda Santoka
Mi cuenco de mendigar
Acepta hojas caídas
Haikus contemporáneos
- J.L. Borges
Algo me han dicho la tarde y la montaña. Ya lo he perdido. La vasta noche no es ahora otra cosa que una fragancia. ¿Es o no es el sueño que olvidé antes del alba? Callan las cuerdas. La música sabía lo que yo siento. Hoy no me alegran los almendros del huerto. Son tu recuerdo. Oscuramente libros, láminas, llaves siguen mi suerte. Desde aquel día no he movido las piezas en el tablero. En el desierto acontece la aurora. Alguien lo sabe. La ociosa espada sueña con sus batallas. Otro es mi sueño. El hombre ha muerto. La barba no lo sabe. Crecen las uñas. Esta es la mano que alguna vez tocaba tu cabellera. Bajo la luna la sombra que se alarga es una sola. ¿Es un imperio esa luz que se apaga o una luciérnaga? La luna nueva. Ella también la mira desde otra puerta. Lejos un trino. El ruiseñor no sabe que te consuela. La vieja mano sigue trazando versos para el olvido.