El Barroco

¿Cuál es el origen del concepto «Barroco»?
  • Préstamo del francés en el siglo XIX: «baroque«: extravagante.
  • Del portugués «baroque»: «perla irregular»
  • Del silogismo escolástico: «Barocco«-> señala una ambigüedad que, basada en un débil contenido lógico, hace confundir lo verdadero con lo falso.
->El término «barroco» provendría de un vocablo portugués : «barroco», cuyo femenino denominaba a las perlas que tenían alguna deformidad.

Contexto siglo XVII

  • La literatura barroca (SXVII) coincide con un momento de crisis en todo el continente. Concretamente a principios del siglo XVII en España empieza la decadencia del Imperio, que se traduce en una gran crisis económica, política y religiosa.
    • Crisis económica: Pasan factura los gastos desmesurados de los múltiples conflictos derivados de la época imperial.
    • Crisis política: Reinados de Felipe III y Felipe IV, delegan sus poderes en los validos. Aumenta la corrupción. Se acrecienta la desigualdad entre el lujo de la corte y la pobreza del pueblo => Crece la tensión entre la burguesía y la nobleza. En 1665 llega al trono Carlos II y su enfermedad e inaptitud hacen que la situación española toque fondo. En 1700 llegará al poder la nueva dinastía de los borbones.
    • Crisis religiosa: Siguen las disputas entre católicos y protestantes. El arte sigue las pautas de la Contrarreforma, se convierte muchas veces en medio de propaganda de las ideas de la iglesia católica.

Literatura del siglo XVII

  • Se produce un sentimiento de desilusión colectivo que va a desembocar en una actitud pesimista y desengañada.
"A una mujer que se afeitaba [maquillaba] y estaba hermosa” 
(Hermanos Argensola)

Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que aquel blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.

Pero tras eso confesaros quiero
que es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual de rostro verdadero.

Mas ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?

Porque ese cielo azul que todos vemos,
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!
  • La literatura barroca parte de los esquemas y modelos renacentistas: petrarquismo, influencia de los clásicos grecolatinos, las formas métricas italianas…
  • Se pierde la búsqueda del equilibrio y la perfección del Renacimiento.
  • Frente a la imitación de la naturaleza que pretendía el arte del Renacimiento, la finalidad principal del Barroco es producir asombro mediante la invención y la originalidad.
  • Los temas que más se repetirán:
    • vanitas = valor efímero de las riquezas y la falsedad de las apariencias.
    • memento mori = sentido vital transitorio e inevitabilidad de la muerte.
    • Tempus fugit = fugacidad de la vida/del instante
  • La crisis social propicia el realismo que se plasma a través de la sátira y la ironía.
  • Se deforma la realidad para resaltar los aspectos más grotescos o para buscar la máxima belleza.
  • Los autores barrocos adoptarán diferentes tendencias:
    • Conceptismo: Toda la lírica barroca se basa en el juego conceptista que Quevedo lleva a su máxima expresión y que podríamos definir como la condensación de varios significados en un solo término. Por ejemplo, la palabra «escudo» en la última estrofa del poema «Poderoso caballero es don dinero» puede referirse a una moneda, a un arma defensiva y también a una insignia de la nobleza.
    • Culteranismo: Nace como juego conceptista con el que se tacha de «herejes de la poesía» a los que, siguiendo a Góngora en sus Soledades, utilizaban la perífrasis embellecedora y la sintaxis latinizante para dotar al verso de una musicalidad extrema que hacía muy complicada la comprensión.
    • Naturalismo: Encontraremos autores como Lope de Vega que seguirán empleando un estilo cercano al renacentista y buscarán en su lírica la naturalidad clasicista de Garcilaso o Fray Luis de León.

La lírica de Francisco de Quevedo

  • Perfecto representante del claroscuro barroco: Entre la crítica más nauseabunda y la pasión más exaltada.
  • Biografía resumida: (1580- 1645)
    • Nacido en el seno de una familia aristócrata, estuvo ligado a la corte y a las altas esferas del poder a lo largo de toda su vida. Se educó en el Colegio Imperial de los jesuitas, y posteriormente en las Universidades de Alcalá de Henares y Valladolid, centrándose en la teología y los idiomas.
    • Su amistad con el duque de Osuna, y más tarde con el Conde-Duque de Olivares fomentaron su prestigio, llegando a ser Caballero de la Orden de Santiago, si bien tuvo varias caídas en desgracia que lo empujaron al destierro en varias ocasiones.
    • Finalmente, debido a los casos de corrupción que rodeaban al Conde-Duque y las sospechas de éste hacia el autor, fue encerrado en una pequeña celda del convento de San Marcos, del que salió con la salud muy afectada, retirándose definitivamente a la Torre de Juan Abad, desde donde se trasladó a Villanueva de los Infantes, donde murió.
    • Se caracteriza por su activismo, tanto en la vida literaria como en la vida política: al contrario que sus coetáneos, Quevedo se implica en la denuncia de las injusticias y los vicios del mundo que le rodeaban.
  • Cultivó todos los géneros de la época. Borges: «Más que un hombre, una compleja literatura»

Obra poética

  • Poesía amorosa: Así como Petrarca dedica a Laura su Canzionere, Quevedo dedica Lisi 56 poemas que conforman un cancionero que el autor reunió con el título «Canta sola a Lisi».
    • Hereda las características estilísticas y temáticas del petrarquismo.
    • Visión trascendente del amor. Amor renacentista llevado al extremo.
"Cerrar podrá mis ojos la postrera"
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte en la ribera,
dejará la memoria en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejarán, no su cuidado,
serán ceniza, más tendrá sentido,
polvo serán, mas polvo enamorado.

-¿Qué tópico habitual del Barroco encontramos en la primera estrofa?
-¿A qué ribera se está refiriendo la segunda estrofa?
-¿Qué rasgos que hemos estudiado en la lírica renacentista podemos encontrar?
-¿Cuál crees que es el tema del poema?



"A fugitivas sombras doy abrazos"
A fugitivas sombras doy abrazos;
en los sueños se cansa el alma mía;
paso luchando a solas noche y día
con un trasgo que traigo entre mis brazos.

Cuando le quiero más ceñir con lazos,
y viendo mi sudor, se me desvía,
vuelvo con nueva fuerza a mi porfía,
y temas con amor me hacen pedazos.

Voyme a vengar en una imagen vana
que no se aparta de los ojos míos;
búrlame, y de burlarme corre ufana.
 
Empiézola a seguir, fáltanme bríos;
y como de alcanzarla tengo gana,
hago correr tras ella el llanto en ríos.


Definición de amor

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo.
  • Poesía metafísica:
    • Composiciones de tema moral, filosófico y religioso.
    • Visión pesimista de la vida: fugacidad del tiempo, vida como camino hacia la muerte, desengaño por la vanidad y la fragilidad de todas las cosas.
    • Estoicismo cristianizado: defiende la liberación de los placeres y del apego al mundo y la aceptación de los posibles males.
"«¡Ah de la vida!»"
«¡Ah de la vida!»… ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.

¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.

Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.

En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.

"Miré los muros de la patria mía"
Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo, vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados;
y del monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó la luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos;
mi báculo más corvo, y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en qué poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.

"¡Cómo de entre mis manos te resbalas!"
¡Cómo de entre mis manos te resbalas!
¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh, muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!

Feroz, de tierra el débil muro escalas,
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende el vuelo, sin mirar las alas.

¡Oh, condición mortal! ¡Oh, dura suerte!
¡Que no puedo querer vivir mañana
sin la pensión de procurar mi muerte!

Cualquier instante de la vida humana
es nueva ejecución, con que me advierte
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.

"Retirado en la paz de estos desiertos"               

Retirado en la paz de estos desiertos,               
con pocos pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos.

Si no siempre entendidos, siempre abiertos,     
o enmiendan o fecundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos
al sueño de la vida hablan despiertos.

Las grandes almas que la muerte ausenta,
de injurias de los años vengadora,                    
libra, ¡oh gran don Ioseph!, docta la imprenta.

En fuga irrevocable huye la hora,
pero aquélla el mejor cálculo cuenta
que en la lección y estudios nos mejora.
  • Poesía satírico-burlesca:
    • Basada en el conceptismo, polisemia , calambures, quiasmos y otros juegos de palabras.
    • Utiliza léxico de registros variados: Desde el nivel culto hasta la germanía, jerga utilizada por presos, criminales y otros delincuentes y que a partir del siglo XVIII se empieza a confundirse con el caló, la lengua propia de los gitanos españoles.
    • El objetivo es el humor y la crítica a la hipocresía, el poder, la corrupción, la pedantería de sus enemigos y, sobre todo, hacer gala de su gran ingenio.
    • Caricaturiza y ridiculiza los diferentes tipos sociales de la época: el mundo de la justicia(jueces, escribanos, alguaciles) , el hampa(pícaros, mendigos, prostitutas), los oficios diversos, las mujeres… También los temas mitológicos:
"Bermejazo platero de las cumbres"
Bermejazo platero de las cumbres,
A cuya luz se espulga la canalla,
La ninfa Dafne, que se afufa y calla,
Si la quieres gozar, paga y no alumbres.

Si quieres ahorrar de pesadumbres,
Ojo del cielo, trata de compralla:
En confites gastó Marte la malla,
Y la espada en pasteles y en azumbres.

Volvióse en bolsa Júpiter severo;
Levantóse las falda la doncella
Por recogerle en lluvia de dinero.

Astucia fue de alguna dueña estrella,
Que de estrella sin dueña no lo infiero:
Febo, pues eres sol, sírvete de ella.


"A una dama bizca y hermosa"
Si a una parte miraran solamente
vuestros ojos, ¿cuál parte no abrasaran?
Y si a diversas partes no miraran,
se helaran el ocaso o el Oriente.

El mirar zambo y zurdo es delincuente;
vuestras luces izquierdas lo declaran,
pues con mira engañosa nos disparan
facinorosa luz, dulce y ardiente.

Lo que no miran ven, y son despojos
suyos cuantos los ven, y su conquista
da a l'alma tantos premios como enojos.

¿Qué ley, pues, mover pudo al mal jurista
a que, siendo monarcas los dos ojos,
los llamase vizcondes de la vista?


"Érase un hombre a una nariz pegado"
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado;

era un reloj de sol mal encarado,       
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito,             
las doce tribus de narices era;

érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.

"Yo te untaré mis obras con tocino"
Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino;

Apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin cristus la cartilla;
chocarrero de Córdoba y Sevilla,
y en la Corte bufón a lo divino.

¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?

No escribas versos más, por vida mía;
aunque aquesto de escribas se te pega,
por tener de sayón la rebeldía.
  • Poesía popular: Utiliza el romance, el arte menor, la rima asonante y otros elementos característicos de la poesía popular de pero también utiliza el conceptismo y otros recursos cultistas:
Poderoso caballero es don dinero

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Luis de Góngora y Argote (1561-1627)

  • Biografía resumida:
    • Luis de Argote y Góngora nació el 11 de julio de 1561 en la ciudad de Córdoba. Es también la patria de Lucano y Juan de Mena: poetas representantes de lo culto en sus respectivas épocas. Como ellos, Góngora aspiraba a ser poeta de minorías: «Honra me ha causado, hacerme oculto a los ignorantes».
    • Empezó a estudiar Derecho en la Universidad de de Salamanca, pero abandonó para iniciar una carrera eclesiástica.
    • Posteriormente, llegó a ser capellán del rey Felipe III a instancias del Duque de Lerma, aunque su importancia y reconocimiento en la corte se vio ensombrecida por la caída de su protector.
    • Su vida estará marcada por el desengaño y unas expectativas frustradas. No lograría el reconocimiento que debía haber merecido por su gran ingenio y maestría literaria. Además se vio toda su vida acuciado por problemas económicos y murió olvidado y en la miseria en su ciudad natal.
    • Cultivó primero la poesía burlesca y satírica en romances y letrillas influenciados por Fernando de Herrera, para posteriormente abanderar el culteranismo, cuya vertiente más extrema también se ha llamado gongorismo.
  • La crítica ha acostumbrado a dividir su obra en dos momentos: «príncipe de la luz» y «príncipe de las tinieblas». Su estilo se va oscureciendo y hasta llegar a su máxima expresión del culteranismo en La fábula de Polifemo y Galatea y las Soledades.
  • Según el crítico Dámaso Alonso no hay una división tan brusca entre sus diferentes fases, sino una paulatina complicación. También en sus últimos años sigue componiendo letrillas y otros poemas de tema y formas más ligeros.

Obra poética

  • Sonetos:
    • También escribirá sonetos de temas amorosos, morales y satíricos.
    • No encontramos en ellos el retorcimiento extremo de su última etapa.
La dulce boca que a gustar convida

La dulce boca que a gustar convida
un humor entre perlas distilado,
ya no invidiar aquel licor sagrado
que a Júpiter ministra el garzón de Ida,

amantes, no toquéis, si queréis vida;
porque entre un labio y otro colorado
Amor está, de su veneno armado,
cual entre flor y flor sierpe escondida.

No os engañen las rosas que a la Aurora
Diréis que, aljofaradas y olorosas
Se le cayeron del purpúreo seno;

Manzanas son de Tántalo, y no rosas,
que pronto huyen del que incitan hora
y sólo del Amor queda el veneno.
Mientras por competir con tu cabello,

Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lirio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o víola troncada
se vuelva, mas tú y ello, juntamente,
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

A Quevedo

Anacreonte español, no hay quien os tope,
Que no diga con mucha cortesía,
Que ya que vuestros pies son de elegía,
Que vuestras suavidades son de arrope.

¿No imitaréis al terenciano Lope,
Que al de Belerofonte cada día
Sobre zuecos de cómica poesía
Se calza espuelas, y le da un galope?

Con cuidado especial vuestros antojos
Dicen que quieren traducir al griego,
No habiéndolo mirado vuestros ojos.

Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
Porque a luz saque ciertos versos flojos,
Y entenderéis cualquier gregüesco luego.
  • Etapa culterana:
  • Fábula de Polifemo y Galatea: (1612)
    • Poema narrativo escrito en octavas reales: 11A 11B 11A 11B 11A 11B 11C 11C.
    • Episodio de las Metamorfosis de Ovidio: el monstruoso cíclope Polifemo se enamora de la hermosa ninfa Galatea, que está a su vez enamorada del pastor Acis. Al ser rechazado, el gigante asesina a Acis aplastándolo con una piedra y , su sangre, por intervención divina, se convierte en río.
    • Encontramos el culteranismo en su máxima expresión: acumulación de hipérbatos, metáforas, correlaciones, léxico preciosista, cultismos y sintaxis latina.
VII

Un monte era de miembros eminente		
este que, de Neptuno hijo fiero,	 50	
de un ojo ilustra el orbe de su frente,		
émulo casi del mayor lucero;		
cíclope, a quien el pino más valiente,		
bastón, le obedecía, tan ligero,		
y al grave peso junco tan delgado,	 55	
que un día era bastón y otro cayado.		


VIII

Negro el cabello, imitador undoso		
de las obscuras aguas del Leteo,		
al viento que lo peina proceloso,		
vuela sin orden, pende sin aseo;	 60	
un torrente es su barba impetüoso,		
que (adusto hijo de este Pirineo)		
su pecho inunda, o tarde, o mal, o en vano		
surcada aun de los dedos de su mano.
(...)

XII

Cera y cáñamo unió (que no debiera)		
cien cañas, cuyo bárbaro rüído,	 90	
de más ecos que unió cáñamo y cera		
albogues, duramente es repetido.		
La selva se confunde, el mar se altera,		
rompe Tritón su caracol torcido,		
sordo huye el bajel a vela y remo;	 95	
¡tal la música es de Polifemo!		


XIII

Ninfa, de Doris hija, la más bella		
adora, que vio el reino de la espuma.		
Galatea es su nombre, y dulce en ella		
el terno Venus de sus Gracias suma.	 100	
Son una y otra luminosa estrella		
lucientes ojos de su blanca pluma;		
si roca de cristal no es de Neptuno,		
pavón de Venus es, cisne de Juno.		


XIV

Purpúreas rosas sobre Galatea	 105	
la Alba entre lilios cándidos deshoja:		
duda el Amor cuál más su color sea,		
o púrpura nevada, o nieve roja.		
De su frente la perla es, eritrea,		
émula vana. El ciego dios se enoja,	 110	
y, condenado su esplendor, la deja		
pender en oro al nácar de su oreja.		


XV

Invidia de las ninfas y cuidado		
de cuantas honra el mar deidades era;		
pompa del marinero niño alado	 115	
que sin fanal conduce su venera.		
Verde el cabello, el pecho no escamado,		
ronco sí, escucha a Glauco la ribera		
inducir a pisar la bella ingrata,		
en carro de cristal, campos de plata.
  • Soledades: (1613)
    • Poema de larga extensión escrito en silvas: combinación de heptasílabos y endecasílabos. Góngora solo escribe completa la primera de las cuatro partes que iban a conformar el poema.
    • El hilo narrativo consta de un náufrago que, tras sufrir un desengaño amoroso, busca una vida apartada del «mundanal ruido» y los placeres y vanidades de la corte.
    • Se trata, por tanto, de una defensa de la vida en la naturaleza y alejada de la mundanidad, el bullicio y las falsas apariencias de la ciudad.
    • Respecto al estilo, encontramos los mismos rasgos que en el Polifemo, pero todavía más intensificados.
Soledad primera
Era del año la estación florida		
en que el mentido robador de Europa		
(media luna las armas de su frente,		
y el Sol todos los rayos de su pelo),		
luciente honor del cielo,	 5	
en campos de zafiro pace estrellas,		
cuando el que ministrar podía la copa		
a Júpiter mejor que el garzón de Ida,		
náufrago y desdeñado, sobre ausente,		
lagrimosas de amor dulces querellas	 10	
da al mar, que condolido,		
fue a las ondas, fue al viento		
el mísero gemido,		
segundo de Arïón dulce instrumento.		
Del siempre en la montaña opuesto pino	 15	
al enemigo Noto,		
piadoso miembro roto,		
breve tabla, delfín no fue pequeño		
al inconsiderado peregrino,		
que a una Libia de ondas su camino	 20	
fio, y su vida a un leño.		
Del Océano pues antes sorbido,		
y luego vomitado		
no lejos de un escollo coronado		
de secos juncos, de calientes plumas,	 25	
alga todo y espumas,		
halló hospitalidad donde halló nido		
de Júpiter el ave.		
Besa la arena, y de la rota nave		
aquella parte poca	 30	
que le expuso en la playa dio a la roca;		
que aun se dejan las peñas		
lisonjear de agradecidas señas.		
Desnudo el joven, cuanto ya el vestido		
Océano ha bebido,	 35	
restituir le hace a las arenas;		
y al Sol lo extiende luego,		
que, lamiéndolo apenas		
su dulce lengua de templado fuego,		
lento lo embiste, y con süave estilo	 40	
la menor onda chupa al menor hilo.

(...)
Dos veces eran diez, y dirigidos	 1035	
a dos olmos que quieren, abrazados,		
ser palios verdes, ser frondosas metas,		
salen cual de torcidos		
arcos, o nervïosos o acerados,		
con silbo igual, dos veces diez saetas.	 1040	
No el polvo desparece		
el campo, que no pisan alas hierba;		
es el más torpe una herida cierva,		
el más tardo la vista desvanece,		
y, siguiendo al más lento,	 1045	
cojea el pensamiento.		
El tercio casi de una milla era		
la prolija carrera		
que los hercúleos troncos hace breves,		
pero las plantas leves	 1050	
de tres sueltos zagales		
la distancia sincopan tan iguales,		
que la atención confunden judiciosa.		
De la Peneida virgen desdeñosa,		
los dulces fugitivos miembros bellos	 1055	
en la corteza no abrazó reciente		
más firme Apolo, más estrechamente,		
que de una y otra meta glorïosa		
las duras basas abrazaron ellos		
con triplicado nudo.	 1060	
Árbitro Alcides en sus ramas, dudo		
que el caso decidiera,		
bien que su menor hoja un ojo fuera		
del lince más agudo.		

En tanto pues que el palio neutro pende	 1065	
y la carroza de la luz desciende		
a templarse en las ondas, Himeneo,		
por templar en los brazos el deseo		
del galán novio, de la esposa bella,		
los rayos anticipa de la estrella,	 1070	
cerúlea ahora, ya purpúrea guía		
de los dudosos términos del día.		
El jüicio, al de todos indeciso,		
del concurso ligero,		
el padrino con tres de limpio acero	 1075	
cuchillos corvos absolvello quiso.		
Solícita Junón, Amor no omiso,		
al son de otra zampoña, que conduce		
ninfas bellas y sátiros lascivos,		
los desposados a su casa vuelven,	 1080	
que coronada luce		
de estrellas fijas, de astros fugitivos,		
que en sonoroso humo se resuelven.		

Llegó todo el lugar, y despedido,		
casta Venus, que el lecho ha prevenido	 1085	
de las plumas que baten más süaves		
en su volante carro blancas aves,		
los novios entra en dura no estacada;		
que, siendo Amor una deidad alada,		
bien previno la hija de la espuma	 1090	
a batallas de amor campo de pluma.		

Félix Lope de Vega (1562-1635)

  • Biografía resumida:
    • Félix fue un niño muy precoz. Aprendió latín y castellano y componía versos desde los cinco años y a los doce ya escribía comedias. Estudió en la Universidad de Alcalá, aunque no logra el título de bachiller, quizás por su conducta desordenada y mujeriega. Para ganarse la vida tiene que trabajar como secretario de aristócratas, o escribiendo comedias y piezas de circunstancias. También hace carrera militar participando en varias campañas.
    • Elena Osorio fue su primer gran amor, la «Filis» de sus versos. Tras su ruptura publicó unos textos satíricos sobre ella que lo llevaron a ser desterrado de Madrid.
    • Se casó en 1588 con Isabel de Urbina y vivieron primero en Valencia y luego en Toledo. Al cumplirse el plazo del destierro a los ocho años, regresó a Madrid. Al año siguiente fue procesado por amancebamiento con la actriz viuda Antonia Trillo.
    • En 1598 se casó con Juana de Guardo, hija de un adinerado abastecedor de carne de la Corte con la que tuvo cuatro hijos.
    • Se enamoró de Micaela de Luján, la «Celia» o «Camila Lucinda» de sus versos; mujer con la cual mantuvo relaciones hasta 1608 y de la que tuvo cinco hijos, entre ellos dos de sus predilectos. Durante bastantes años, Lope se dividió entre los dos hogares y un número indeterminado de amantes, muchas de ellas actrices.
    • Tras esta intensa vida amorosa, una crisis espiritual le lleva a ordenarse sacerdote en 1614. A pesar de ello, se enamoró de Marta de Nevares en 1616 y permaneció a su lado incluso al enfermar ésta de gravedad y hasta su muerte en 1632. Lope moriría tres años más tarde.
  • En la poesía de Lope la vida y la obra son las dos caras de la misma moneda. Podemos ir rastreando su biografía personal a través de sus escritos.
  • Volcaba todas sus energías en su creación literaria: Además de llegar a realizar más de 2000 comedias teatrales, cultivó todos los géneros de la época. Esta ingente productividad lleva a autores como Cervantes a denominarle «monstruo de la naturaleza».
  • Se le considera un adelantado a su tiempo por la forma sistemática que tiene de editar y publicar su propia poesía.
  • Sus poemas seguirán un estilo más naturalista y fiel a los principios de Petrarca y el Renacimiento. Se caracterizarán por el vitalismo y autobiografismo que plasma en ellos el autor.
  • Obra poética:
    • Rimas: Doscientos sonetos estructurados siguiendo el modelo del Cancionero de Petrarca y que recogen sus «cuidados» amorosos. Encontraremos figuraciones de sus amadas en la vida real: Filis, Zaide, Amarilis, Lisi, Camila-Lucinda…
    • Rimas sacras: poemas que reflejan crisis espirituales y vitales así como el arrepentimiento ante la vida pecaminosa.
    • Filomena y la Circe: Recopilación de poemas cultos de temas mitológicos.
    • Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos: parodia en la que Lope se mofa de las modas literarias del momento, sobre todo, del culteranismo.
    • La Vega del Parnaso: Último de los poemarios que Lope preparó en vida y que se publica de forma póstuma. En él se reúnen algunos de los versos más personales y directos del poeta.

Selección de los mejores sonetos:

"Desmayarse, atreverse, estar furioso"
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
  "Era la alegre víspera del día"		
Era la alegre víspera del día,		
que la que sin igual nació en la tierra,		
de la cárcel mortal y humana guerra		
para la patria celestial salía;		

   y era la edad en que más viva ardía	 	
la nueva sangre que mi pecho encierra,		
cuando el consejo y la razón destierra		
la vanidad, que el apetito guía;		

   cuando Amor me enseño la vez primera		
de Lucinda en su sol los ojos bellos,	 	
y me abrasó, como si rayo fuera.		

   Dulce prisión, y dulce arder por ellos,		
sin duda que su fuego fue mi esfera,		
que con verme morir descanso en ellos.

"Ir y quedarse, y con quedar partirse"
Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;

arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;

hablar entre las mudas soledades,
pedir pues resta sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;

creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.

(A Marta de Nevares)
Que al amor verdadero no le olvidan el tiempo ni la muerte
Resuelta en polvo ya, mas siempre hermosa
sin dejarme vivir, vive serena 
aquella luz, que fue mi gloria y pena
y me hace guerra cuando en paz reposa.

Tan vivo está el jazmín, la pura rosa, 
que, blandamente ardiendo en azucena, 
me abrasa el alma de memorias llena,
ceniza de su fénix amorosa. 

¡Oh memoria cruel de mis enojos!
¿Qué honor te puede dar mi sentimiento, 
en polvo convertidos tus despojos? 

Permíteme callar sólo un momento:
pues ya no tienen lágrimas mis ojos, 
ni conceptos de amor mi pensamiento.

"Cuando me paro a contemplar mi estado" 

Cuando me paro a contemplar mi estado, 
y a ver los pasos por donde he venido, 
me espanto de que un hombre tan perdido 
a conocer su error haya llegado. 

Cuando miro los años que he pasado, 
la divina razón puesta en olvido, 
conozco que piedad del cielo ha sido 
no haberme en tanto mal precipitado. 

Entré por laberinto tan extraño, 
fiando al débil hilo de la vida 
el tarde conocido desengaño; 

mas de tu luz mi escuridad vencida, 
el monstro muerto de mi ciego engaño, 
vuelve a la patria, la razón perdida.

"¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?"
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, 
que a mi puerta cubierto de rocío 
pasas las noches del invierno oscuras? 

¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras
pues no te abría! ¡Qué extraño desvarío 
si de mi ingratitud el hielo frío 
secó las llagas de tus plantas puras! 

¡Cuántas veces el Ángel me decía:
«Alma, asómate agora a la ventana, 
verás con cuánto amor llamar porfía!» 

¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía, 
para lo mismo responder mañana!

Poesía popular:

"Dulce Filis, si me esperas"

Dulce Filis, si me esperas,
de favor has de ir mudando,
que es mucho para burlando,
y poco para de veras.

Si fías en mis amores,
pon en sus llamas sosiego,
y si burlas de mi fuego,
no le atices con favores.

No es bien que encenderme quieras
sin favor de cuando en cuando,
que es mucho para burlando,
y poco para de veras.

A las del infierno ardiendo
es mi pena semejante,
que con el manjar delante
estoy de hambre muriendo.

Con tu esperar desesperas,
pues el favor que vas dando,
es mucho para burlando,
y poco para de veras.

Si mandas, ¿por qué no das?
si lo has de dar, dalo junto,
y si junto, dalo a punto,
y si no, no mandes más.

No es bien que engañarme quieras
con favor de cuando en cuando,
que es mucho para burlando,
y poco para de veras.
"De pechos sobre una torre"
De pechos sobre una torre		
que la mar combate y cerca,		
mirando las fuertes naves		
que se van a Ingalaterra,		
las aguas crece Belisa,	 	
llorando lágrimas tiernas,		
diciendo con tristes voces		
al que se aparta y la deja:		
«Vete, cruel, que bien me queda		
en quien vengarme de tu agravio pueda».	 
    No quedo con sólo el hierro		
de tu espada y de mi afrenta,		
que me queda en las entrañas		
retrato del mismo Eneas,		
y aunque inocente culpado,	 
si los pecados se heredan,		
mataréme por matarle		
y moriré porque muera.		
«Vete, cruel, que bien me queda		
en quien vengarme de tu agravio pueda».	 
    Mas quiero mudar de intento		
y aguardar que salga fuera,		
por si en algo te parece,		
matar a quien te parezca.		
Mas no le quiero aguardar,	 	
que será víbora fiera,		
y rompiendo mis entrañas		
saldrá, dejándome muerta.		
«Vete, cruel, que bien me queda		
en quien vengarme de tu agravio pueda».	 	
    Así se queja Belisa		
cuando la priesa se llega;		
hacen señal a las naves,		
y todas alzan las velas.		
Aguarda, aguarda, le dice,	 	
fugitivo esposo, espera;		
mas, ay, que en balde te llamo;		
¡plega a Dios que nunca vuelvas!		
«Vete, cruel, que bien me queda		
en quien vengarme de tu agravio pueda».

"Belisa, señora mía"	    
Belisa, señora mía,		
hoy se cumple justo un año		
que de tu temprana muerte		
gusté aquel potaje amargo.		
Un año te serví enferma,		
¡ojalá fueran mil años!		
Que así enferma te quisiera		
continuo aguardando el pago.		
Sólo yo te acompañé		
cuando todos te dejaron,		
porque te quise en la vida,		
y muerta te adoro y amo;		
¡y sabe el Cielo piadoso,		
a quien fiel testigo hago,		
si te querrá también muerta		
quien viva te quiso tanto!		
Dejásteme en tu cabaña		
por guarda de tu rebaño,		
con aquella dulce prenda		
que me dejaste del parto;	 	
que por ser hechura tuya		
me consolaba algún tanto,		
cuando en su divino rostro		
contemplaba tu retrato;		
pero duróme tan poco,	 	
que el Cielo, por mis pecados,		
quiso que también siguiese		
muerta, tus divinos pasos.	

 

Sor Juana Inés de la Cruz(1648-1695)

"¿En perseguirme, mundo, qué interesas?"

¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?

Yo no estimo tesoros ni riquezas, 
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.

Yo no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades 
ni riqueza me agrada fementida,

teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.

"Hombres necios que acusáis"
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana;
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por crüel
y otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?

Mas, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejáos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

Publicado por Soledad del Cañizo

Experta en nubes y profesora de lengua.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar